Por muchos cursos, talleres, charlas a las que asistamos, reuniones de trabajo que hagamos, artículos que leamos... a veces, cuando se habla de comunicación interpersonal se olvida de lo más importante, lo esencial de la comunicación humana: para que haya una comunicación efectiva, ésta debe de ser afectiva, es decir, es necesario tener un interés sincero y auténtico hacia nuestro interlocutor. Y eso se nota, tanto si está presente como si no.
Mucho se ha hablado sobre técnicas para mejorar nuestra escucha activa, técnicas para reforzar nuestras habilidades sociales, técnicas para comunicarnos eficazmente... Pero pienso que la técnica por sí sola sirve de poco. E insisto: hace falta una actitud, un sentimiento, una predisposición hacia las personas.
Además de ese interés por la otra persona, es interesante saber que lo que el otro piensa y siente es importante, respetar los planteamientos ajenos, incluso sin estar de acuerdo con ellos porque son válidos para la otra persona, sin tratar de juzgar o de cambiarle... Al final, lo que queremos es que nos entiendan y nos acompañen. Y eso es justo lo que deberíamos intentar hacer hacia los demás: entender y acompañar. Lo cierto es que cuando hablamos de comunicación, es fácil que nos venga a la cabeza conceptos como “hablar”, “transmitir”, “discurso”, “orador”... pero nos olvidamos de la otra mitad: “escuchar”. Hay ciertas actitudes y comportamientos personales que nos ayudan a ser mejores en esta segunda parte de la comunicación, en el arte de escuchar. Me apetece remarcar las siguientes:
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Calma emocional
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Flexibilidad y apertura mental
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Curiosidad por el mundo de la otra persona (externo e interno)
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Atención
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Calidez
Seguro que vosotros remarcaríais otras, o destacaríais y añadiríais muchas más, importantísimas para vosotros. Os animo a dejarlas en los comentarios.
Al final, como en casi todo, ni es tan fácil ni tan difícil, simplemente hay que querer hacerlo bien. Si queremos ser efectivos en nuestra comunicación, también tendremos que trabajar nuestra capacidad para generar sentimientos agradables, y poner en práctica valores de convivencia que nos resuenan, como la empatía, la honestidad, la libertad, la responsabilidad, el respeto y -mi favorito- la autenticidad (creo que a éste le dedicaré un post próximamente...)
Y para ir acabando...
“La persona que tiene más habilidades comunicativas es aquella que sabe escuchar mejor, que escucha con los ojos y con todo el cuerpo. Pongamos en nuestros ojos y en nuestra mirada unas gotas de afecto y de ternura, de actitud positiva y de gusto por la vida, de creatividad, de gratitud, de humanidad.” SEBASTIÀ SERRANO, El regalo de la comunicación.
Irene Morales
Psicóloga
www.facebook.com/IreneMoralesPsicologia
lulusa
En algunos momentos he pensado que debo convencer al otro de lo que pienso cuando en realidad el otro quiere ser oído desde el corazón , no desde la razón. Ser más oreja que boca; más corazón que cerebro
ResponderIrene Morales
Exacto Lulusa! A veces, incluso, se puede hablar de "sentir con el cerebro, y pensar con el corazón". Es cuestión de intentarlo! Gracias por tus comentarios.
ResponderMarian
Qué importantes son las habilidades sociales para entendernos, lástima que no se estudien en el colegio. Gracias por compartir...
ResponderIrene Morales
Hola Marian,
ResponderTienes razón, Afortunadamente, cada vez más escuelas y profesionales de la educación van integrando prácticas relacionadas con la Inteligencia Emocional en su trabajo diario. Gracias por tus comentarios.
Gloria Patricia
crear un buen raport con el otro asegura una buena comunicación. ya que toda persona quiere ser escuchada y comprendida por ello ofrecer nuestra atención con todos nuestros sentidos hace al otro sentirse importante e identificado con nosotros.
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