¿Cuántas veces has empleado un símbolo o una metáfora para comunicar una idea o un pensamiento? ¿Te has percatado de que por medio de los símbolos se transmite mucho más que a través de palabras o analogías?
El carácter velado del símbolo nos permite mayor grado de apertura emocional y nuestro inconsciente lo aprovecha para expresar pensamientos, sentimientos o emociones que no comunicaríamos de forma consciente e intencionada.
No cabe duda de que el simbolismo es uno de los caminos de la mente. Nuestra mente no solamente se basa en aspectos lógicos y razonados para actuar, sino que también utiliza lo abstracto y los símbolos para dar sentido a la realidad que experimentamos. Y es precisamente la subjetividad con la que cada uno de nosotros experimenta su realidad lo que confiere al simbolismo su naturaleza personal y colectiva (a nivel familiar o cultural) e inconsciente. Si nos piden que pensemos en el color azul, pensaremos en el color de nuestro equipo de fútbol, el cielo, el mar o algo que contenga este color y sea importante para nosotros y nuestro inconsciente. Por lo tanto cada uno le dará una imagen, una definición y una asociación predeterminada que forma parte del inconsciente personal, familiar o nacional. Y lo mismo sucede con palabras como Dios, Bien, Mal, Arte, Paz, Guerra, y en definitiva cualquiera que el ser humano pueda crear.
Antes de continuar profundizando en la función que desempeña el simbolismo en nuestra percepción de la realidad, veamos cuáles fueron las aportaciones del Psicoanálisis a este respecto. Según el sentido que Freud le atribuye al símbolo, este se refiere a una “imagen que comporta una significación que es distinta de su contenido inmediato y que, simultáneamente, presenta una similitud más o menos directa entre el significante y el significado”. Hablando en plata, lo que esta obtusa explicación viene a decirnos es que un “símbolo consciente” es aquel cuyo significado es transparente para el emisor, mientras que el “símbolo inconsciente” presenta un significado oculto para él mismo.
Funciones de los símbolos
El simbolismo implica un comportamiento o pensamiento cuyo significado real y profundo procede de esa parte de nuestra mente a la que no tenemos acceso libre y consciente. Cuando nos referimos a algo como “simbólico” en realidad estamos designando la relación que une el contenido manifiesto de una conducta, un pensamiento o una palabra con su sentido latente y oculto. Dicha relación puede basarse en la analogía (comparación por medio de símiles o metáforas: “los átomos son como pequeños sistemas solares”) o la alusión (atribución de cualidades o características pertenecientes a una persona, lugar o acontecimiento: “ella es la nueva Madre Teresa”) y tiene un campo de manifestación limitado, observándose fundamentalmente en relación con el cuerpo, los padres, la familia, la muerte o la sexualidad.
Cuando hablamos de simbolismo nos enfrentamos irremediablemente con la supresión de la consciencia del Yo como consecuencia de una absorción y asimilación total y absoluta del mundo exterior. Seguro que muchos se estarán preguntando ¿cómo es posible que si absorbemos y asimilamos la totalidad de nuestras experiencias se produzca una supresión del consciente? Esto se debe a que nuestra mente consciente únicamente registra entre el 4 y el 8 % de lo que experimentamos como realidad, de tal manera que en ese enorme porcentaje restante se deposita el contenido que alimenta el simbolismo inconsciente.
El simbolismo y la mente inconsciente
Partiendo de estos mecanismos de percepción, podemos establecer que para la mente inconsciente no existe la ilusión. Todo es real: lo real, lo simbólico y lo imaginario se entremezclan. Esta confusión viene determinada en gran medida por una de las principales capacidades que nos distinguen de los animales: la imaginación. Así que cuando decimos que para el inconsciente todo es real, lo que queremos decir es que no puede separar lo que ocurre de lo que nos imaginamos que ocurre.
Todo lo que llega a través de los sentidos o del pensamiento se traduce de manera biológica y provocará un síntoma. Así, por ejemplo, si imaginamos que estamos mordiendo un limón, nuestro inconsciente biológico, a través del organismo, reacciona ordenando una aumento de la producción de saliva. Y lo mismo sucede si imaginamos que algo malo le está sucediendo a un ser querido (sudoración y/o taquicardia) o si recibimos una noticia desagradable durante la comida (acidez y/o pesadez).
El papel que el simbolismo desempeña en nuestra mente consciente determina en muchos casos la forma en que somatizamos nuestros conflictos emocionales. De acuerdo con la descodificación biológica o biodescodificación, los síntomas que experimentamos a nivel físico son la manifestación externa de los conflictos y las incoherencias que vivimos en nuestro foro interno a nivel emocional. La manifestación orgánica del síntoma dependerá del tipo de conflicto que estemos viviendo y, sobre todo, de la manera subjetiva en que lo vivamos. Así, ante una misma situación de conflicto como un despido laboral, habrá tantas manifestaciones orgánicas como interpretaciones subjetivas: la persona puede vivirlo como un conflicto de miedo a la carencia material, desarrollando así una patología en el hígado; también podría vivirlo como una humillación o ignominia, viéndose entonces afectado el páncreas; o bien, podría vivirlo como una oportunidad para desarrollar su verdadera pasión, en cuyo caso no se vería afectado su organismo ya que no habría conflicto.
En relación con la interpretación subjetiva de los conflictos se encuentra la simbología. Así, en una situación en la que nos resulte conflictivo el hecho de no recibir la atención y el afecto que necesitamos, muy probablemente se vea afectado también nuestro hígado (centro de somatización de los conflictos de carencia material y de alimento), ya que el afecto constituye nuestro alimento simbólico. Lo mismo podría suceder con las patologías de las mamas, donde se manifiestan los conflictos en relación con el nido, el núcleo familiar formado por padres e hijos. De esta manera, se manifestará el mismo síntoma si vivimos un conflicto de separación de nuestro hijo real o un hijo simbólico (la empresa que he creado con mis propias manos) o un conflicto de falta de apoyo de nuestro padre real o simbólico (el jefe de la empresa).
Transmisión transgeneracional de símbolos
El simbolismo también puede transmitirse de forma transgeneracional. Un ejemplo que he podido observar en múltiples casos es el de los conflictos de abandono y de violación. Desde el punto de vista de los estudios transgeneracionales, se repiten generación tras generación las mismas situaciones de vida (o situaciones diametralmente opuestas) con el fin de sanar o dar una solución satisfactoria para el clan en relación con una vivencia traumática, ya sea esta una violación, un abandono o fracasos en las relaciones de pareja. Así, si en la generación de mis bisabuelos se produjo el abandono real de un hijo, por ejemplo, mandándolo a un monasterio, en las generaciones siguientes se repetirá el patrón del abandono de forma real o simbólica, a través de unos padres ausentes; en este caso no es un abandono real, ya que los padres están presentes, pero están abandonando simbólicamente a los hijos. En el caso de las violaciones, existen casos en los que no solo se repiten situaciones de abuso en todas las generaciones, sino que también se viven violaciones simbólicas por medio de accidentes; por ejemplo, el caso de una mujer que sufrió un accidente de coche en el que un tubo de hierro atravesó su vagina a la misma edad en que su abuela fue violada.
Como ya hemos visto, el simbolismo de la mente inconsciente puede crear ciertas asociaciones que determinarán en gran medida la manera en que experimentamos nuestra realidad y somatizamos nuestros conflictos. Pero no creamos que estamos a merced de nuestra mente inconsciente. Nada más lejos de la realidad… También podemos emplear a nuestro favor el enorme poder que alberga. Una vez hemos tomado conciencia de nuestros conflictos y de cómo procesamos nuestras propias experiencias, disponemos de herramientas eficaces que actúan a nivel del inconsciente. Técnicas como la Psicomagia de Alejandro Jodorowsky y otros actos simbólicos tienen un enorme potencial, ya que hablan el lenguaje del inconsciente, se comunican directamente con él. En ocasiones nos pueden parecer actos extravagantes e ilógicos, y de hecho lo son desde la perspectiva de nuestra mente racional. He tenido la oportunidad de sugerir varios actos simbólicos a varios clientes para cambiar su relación con el dinero, descargar una ira irracional hacia un ser querido o hacer el duelo en casos de aborto. Estos actos son eficaces porque a través de ellos se produce una descarga de tensión e información procedente del inconsciente; se trata de una liberación. Recuerdo el caso de una clienta que tenía una profunda creencia inconsciente de que el dinero era sucio. Le sugerí que sacará del banco una buena suma de dinero, que perfumara uno a uno los billetes y después los llevara encima durante al menos una semana. El inconsciente captó el mensaje, la creencia desapareció y la abundancia comenzó a fluir.
Ya sea de forma real, imaginaria o simbólica, la clave para cortar patrones disonantes y propiciar los procesos curativos de los síntomas físicos que experimentemos, es pasar a la acción. Entendiendo con mayor profundidad los mecanismos mediante los cuales funciona nuestra mente inconsciente estaremos dando pasos de gigante hacia la coherencia, la armonía y la salud.
Christian Simón Bueno
Acompañante Bioneuroemoción
Martha Patricia Gomez Sanchez
que buena informacion e interersante. gracias por su magnifica publicacion. me gustaria que ejercicios que me ayudaran a tener mas seguridad en mi y una mejor economia . gracias
ResponderLourdes
Mi hija tiene bipolaridad.Su psicologa dice que tiene problemas con la simbolizacion.Quisiera saber como ayudarla con ejercicios practicos.
ResponderManuel
Hola..mi pregunta es como puedo acceder a mi inconsciente y darme auto hipnosis
ResponderInstituto Draco
Hola Martha,
ResponderSi deseas mejorar tu seguridad y autoconfianza te recomendamos Un curso de Riqueza en donde tienes recursos y ejercicios para trabajar esas áreas de tu vida que te preocupan. Te paso link: https://www.institutodraco.com/es/cursos/un-curso-de-riqueza
Instituto Draco
Hola Lourdes,
ResponderTe recomendamos que consultes un terapeuta especialista que podrá darte ejercicios específicos para tu hija.
Instituto Draco
Hola Manuel,
ResponderTenemos el curso CP-2 BioEmoción donde se trabaja con el inconsciente a través de la hipnosis, metáforas, etc..para liberar diferentes bloqueos: fobias, miedo, repulsión, conductas indeseadas, bloqueos físicos, enfermedades, adicciones, etc... Te paso link para que lo veas:
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Paloma
me podria dar la referencia? es para una tarea de picologia
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