¿De qué hablamos cuando hablamos de "amor"?

De todo menos de Amor. Lamento desilusionarles, pero es así. Nuestra idea del Amor  se basa en toda una serie de supuestos, heredados en su mayoría de programas basados en la literatura, el cine, las convenciones sociales y familiares y, sobre todo, en la idea  de que el otro tiene que hacerme sentir especial, siendo y actuando como yo creo que debe hacerlo y no como él o ella es en realidad.

O sea, que amamos a una persona y a una personalidad que en realidad no existen, y le exigimos que se comporte con nosotros de una determinada manera, supeditando nuestra felicidad a que eso sea así. Por tanto, como eso nunca es así, nos enfadamos, nos defendemos y atacamos con el fin de cambiar al otro. De esta manera, le exigimos a nuestra pareja que nos haga felices, a nuestros hijos que nos hagan sentir orgullosos, a nuestro jefe que nos pague más y mejor, a nuestros padres que tengan respeto por nuestras ideas diferentes, etc.

Y, cuando no lo conseguimos, que es siempre o casi siempre, nuestro ego se alza, enfadado, cayendo en el victimismo y señalándolos como culpables de nuestra insatisfacción. Y, claro está, tomando represalias al respecto. Esas represalias incluyen siempre el hacer sentir culpable al otro y manipularle emocionalmente, echándole la culpa de nuestro estado emocional e incluso de todo aquello que no nos funciona en la vida. “Con lo que te yo te quiero y mira cómo te portas conmigo”

Pero hay luz al otro lado del túnel: Un Curso de Milagros nos enseña una manera diferente de vivir las relaciones: En lugar de utilizarlas para la infelicidad, podemos usarlas para sanarnos a través de ellas. Puesto que para eso están, para eso la Inmensa Sabiduría Universal las ha incluido en nuestro día a día. Nada es gratis y “Todas las cosas obran conjuntamente para el bien, salvo a juicio del ego”, como muy bien dice Un Curso de Milagros.

Xavi Demelo

Maestro ucdm

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