Nuestra autoestima influye de manera determinante en todas las facetas de nuestra experiencia, desde nuestro rendimiento en el trabajo o nuestras relaciones, hasta nuestro modelo de crianza y nuestras perspectivas de éxito. La manera en que respondemos frente a las situaciones dependerá de quién y qué pensamos que somos.
Aquellas situaciones de nuestra vida que nos resultan conflictivas son el reflejo de la percepción interna que tenemos de nosotros mismos. Por lo tanto, la autoestima es la clave del éxito o del fracaso; la clave para entendernos a nosotros mismo y a los demás..
Con excepción de los problemas psicológicos y conductuales de origen biológico, prácticamente el resto de los trastornos o dificultades de índole psicológica podrían atribuirse a una autoestima deficiente: la ansiedad y la depresión, el miedo al fracaso o al éxito, el alcoholismo o la drogadicción, el bajo rendimiento escolar o laboral, los malos tratos, los abusos, la incapacidad de asumir responsabilidades e, incluso, los crímenes y suicidios. De entre todos los juicios a los que nos sometemos, ninguno es tan importante como el nuestro propio. Una autoestima saludable es una condición indispensable para una vida plena.
Cuando cultivamos la autoestima estamos en proceso de desarrollar la convicción de que somos perfectamente competentes y capaces para vivir y merecemos ser felices. Así, adquirimos herramientas que nos permiten afrontar la vida con mayor confianza, seguridad y optimismo, cualidades que, sin duda alguna, contribuyen a la consecución de nuestros objetivos y la plenitud. Cuanto más desarrollas tu autoestima, mayor será tu capacidad de ser feliz.
Si eres capaz de comprender la verdadera importancia de tu autoestima, no albergaras duda alguna de que la clave de tu crecimiento y evolución a todos los niveles radica en una autoestima positiva. No tenemos por qué sentirnos inferiores para desarrollar un mayor grado de confianza en nosotros mismos; no hay que llegar hasta el punto de odiarnos para que aprendamos a querernos más; no es necesario que nos sintamos tristes y desamparados para querer cultivar más nuestro optimismo.
¿De qué manera, específicamente, influye una autoestima alta sobre nuestra calidad de vida?
1-Una autoestima alta nos ofrece más posibilidades de establecer relaciones saludables y basadas en el respeto, dado que aquello que vibra en una misma frecuencia se atrae entre sí: la salud atrae a la salud, y un estado de ánimo lleno de vitalidad y generosidad es más atrayente que el bloqueo emocional y la tendencia a manipular a los demás.
2-Cuanto más elevada sea nuestra autoestima, mayores serán nuestras capacidades creativas en nuestro entorno laboral o académico, lo que también implica mayores posibilidades de lograr el éxito.
3-Una autoestima positiva nos permite estar mejor preparados ante las adversidades. ¿Por qué? Una autoestima saludable proporciona flexibilidad, y esta nos ayuda a manejar la presión que de otra forma nos llevaría a la desesperación o al fracaso.
4-Cuanto más alta sea la estima que nos profesamos a nosotros mismo, más inclinados estaremos a tratar a nuestros congéneres con respeto, bondad y generosidad, ya que no los percibiremos como una amenaza; el respeto por uno mismo es una condición indispensable para poder respetar a los demás.
5-Una autoestima cultivada propicia una mayor ambición en relación con las experiencias vitales que deseamos vivir plenamente en los planos emocional, intelectual, creativo y espiritual.
6-Cuanto más alta sea nuestra estima, más alegría experimentaremos por el solo de despertarnos cada día, de vivir un día más. Todos estos beneficios están al alcance de nuestras manos cuando cultivamos la confianza y el respeto por nosotros mismos.
Lamentablemente, muchas personas buscan su propia confianza y respeto en todas partes menos dentro de sí mismas. Por ello, acaban sintiendo frustración al no obtener los resultados que esperan. Desde el punto de vista espiritual o de nuestra misión personal, la autoestima positiva debe concebirse la evolución de nuestra conciencia. Cuando comenzamos a concebirla desde esta perspectiva, reparamos en la ceguera que implica creer que consiguiendo que los demás tengan una impresión positiva de nosotros nos permitirá alcanzar también a nosotros una impresión positiva.
En conclusión, la importancia de una autoestima alta y saludable reside en que esta es la clave para una interacción e intercambio enriquecedores y fructíferos con el mundo que nos rodea. Asimismo, la autoestima nos permite acceder a nuestros recursos adquiridos sin censura alguna, lo que nos conducirá a una mayor plenitud y disfrute de la vida.
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Redacción Instituto Draco
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